El planteo conceptual de nuestra obra contempla la simpleza como posición existencial. Nuestra búsqueda se orienta en el sentido de que reducir sea el gesto más elocuente. Puede ser definido como la intención deliberada de generar formas de la manera más pura posible. Este planteo actual e intemporal asegura la plena vigencia de nuestra propuesta a través del tiempo, mientras muestra sobriedad y pertenencia.
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La casa esta emplazada en un predio regular contiguo a una plazoleta; dentro de un barrio residencial de ingreso controlado, lo que permite desarrollar un concepto abierto y dinámico. La casa no presenta una barda frontal como tal si no, un límite entre lo privado y lo público a partir de una verja vegetal baja que permite una mayor integración visual del espacio social de la piscina hacia la plaza y la calle.
Se implanta en forma de “L” apegada a los linderos del terreno que colindan con viviendas vecinas. Esta implantación genera un espacio sobre elevado al frente y al aire libre que pareciera no tener límites físicos y que al mismo tiempo mantiene su carácter privado.
El ingreso es una transición a través de un espacio cubierto; que da cobijo al garaje, que dirige el recorrido de ingreso y que trasponiéndose, permite descubrir la casa y sus espacios abiertos. El ingreso definitivo a la vivienda se realiza a través de un patio seco al que se abre la galería de expansión del estar principal y en general el espacio de la piscina y jardines.
El la planta baja se desarrollan las funciones sociales de estar, comedor y cocina más los espacios destinados al servicio y estudio. En la planta alta se ubica el área intima de dormitorios y estar privado. Conectadas por un espacio escalera de doble altura con un fuerte carácter compositivo como arranque de la circulación lineal que conecta todos los espacios de la vivienda.
Una arquitectura de volúmenes puros que se descomponen en dos cajas blancas articuladas entre sí por dos planos de hormigón pulido a la vista que atraviesan y recorren el conjunto albergando la circulación principal de la vivienda. Grandes losas en voladizo, también de hormigón, protegen las aberturas y controlan la incidencia del sol y las precipitaciones pluviales. En su ordenamiento, los volúmenes generan patios y espacios abiertos de diferente jerarquía que aseguran la iluminación y ventilación de los espacios a los que sirven.
Esta sutil volumetría es la combinación de llenos y vacíos, logrando una fluidez espacial entre locales puros y transparentes con serenidad visual tanto desde dentro de la casa, como desde el jardín y los patios.
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